martes, 30 de marzo de 2010

Viaje por La dordogne

La Dordogne (Dordoña) es un departamento de la región francesa de Aquitania. Su capital es Perigueux, una ciudad de algo más de 30.000 habitantes. Destacar de este departamento la gran cantidad de castillos que se conservan, y la belleza de las poblaciones y paisajes que se pueden ver. Como critica decir que las carreteras secundarias dejan bastante que desear.

Este finde fui a ver a mi hermana que estudia en Savignac, otra de las poblaciones de la Dordoña, en la que aparte de la universidad, no hay nada más digno de elogio.

El sábado lo dedicamos a ir de un sitio para otro, intentando ver alguna de las recomendaciones que nos habían dado. Pasamos la mañana en La Bournat. Aquí los artesanos hacen revivir un patrimonio sorprendente. Desde su creación, el Pueblo de Bournat ha sido objeto de modificaciones y de renovaciones permanentes.



Es un lugar que permite descubrir cómo era un pueblo de Périgord hace 100 años, conservar tradiciones artesanales que creíamos desaparecidas, degustar las especialidades locales y cubrir el hueco entre generaciones. La visita por el pueblo dura sobre unas dos horas y media, donde descubres cómo fabricaban aceite de nuez (foto), la forma de funcionar de un molino de viento o el trabajo de un herrero, entre otras, además de comprobar cómo era la escuela en 1900, o la casa de un agricultor, molinero, etc.

Después fuimos a comer a Audrix, un pequeño pueblo de 240 habitantes, encontramos un albergue-restaurante medieval, donde por 15€ tiramos por tierra el tópico de que en Francia se come poco y mal.




Ya con el estómago lleno, fuimos a visitar la famosa Gouffre de Proumeyssac, la sima-cavidad más grande de Perigord. A través de un túnel se accede fácilmente a esta inmensa bóveda subterránea con paredes adornadas con una multitud de cristalizaciones de una densidad excepcional, con una gran cantidad de estalactitas, estalagmitas y columnas.




Completan la originalidad de este lugar los juegos de luces, apoyados por un acompañamiento musical. La visita de 45 minutos (todos ellos boquiabierto), comentada por guías experimentados, deja un recuerdo perdurable, y si quieres un poco más de emoción, en lugar de entrar por el túnel, puedes acceder por la entrada original según vemos en la foto de debajo.





La densidad y la variedad de cristalizaciones que adornan las paredes de esta inmensa bóveda subterránea que se abarca con una sola mirada, ofrecen un verdadero interés geológico, como unas cristalizaciones triangulares, únicas en el mundo, como vemos en la siguiente foto.




Y si quieres una vista de la gruta impresionante en 360º, te recomiendo este enlace

Cuando salimos de la cueva, decidimos ir a ver el Castillo de Castelnaud, aunque cuando llegamos nos lo encontramos cerrado, el exterior es impactante.



El domingo decidimos ver Perigueux, la capital de la Dordoña. Es una ciudad increible, al menos el casco antiguo que vimos (fundada por los romanos en el S.I DC). Visita obligada a la catedral de St-Front. Construida a partir de una antigua iglesia en 1120, sufrió reformas y ampliaciones hasta el siglo XX. Una obra de arte de la arquitectura, como vemos en esta foto aérea.




De ahi, paseando por el casco antiguo llegamos hasta la iglesia de St. Ettiene de la Cite, construida en el siglo XII y catedral hasta 1669, cuando perdió el título para dejárselo a St-Front. A destacar del pueblo la gran cantidad de casas antiguas, palacios y mansiones de época medieval, restos de la muralla romana y del antiguo anfiteatro romano, con capacidad aproximada para unos 20.000 espectadores.



Y ya por último, decidimos acercarnos a ver el museo galo-romano de Véssuna Perigord, construido alrededor de lo que fue una domus, casa de la gente adinerada de la época romana. Una visita obligada para todo aquel que visite Perigueux.





Y todavía nos quedamos con las ganas de ver más cosas de la Dordoña, como "Les jardins suspendus de Marqueyssae", "La roque Saint-Christophe" o los numerosos castillos que pueblan la zona.

Una zona digna de visitar, las 6 horas de viaje merecieron la pena.